Volviendo un poco a la línea editorial que dio origen a este blog me congratula presentaros un nuevo gadchet super-friki que por supuesto quiero (aunque probablemente no me compre).
En las últimas semanas mis fuentes de frikismo tecnológico han mejorado mucho, ahora estoy enterado de muchas más cosas pero he sufrido las consecuencias: he sentido que mi blog pseudotecnologico tenía poco nivel, así que he ido postergando nuevos artículos porque creía que no daría la talla.
Sin embargo hoy he encontrado la horma de mi zapato, estaba hablando con una de mis niñas blogueras (¡gracias!) de muchas cosas y hemos hablado de manos y teclados, le contaba que a mi no me gustan mucho los teclados de los portátiles porque tengo las manos grandes. Que me gustan los teclados ergonómicos (los de verdad, esos que son partidos y abombados por el centro), de los que ya no se hacen (o casi) cuando he leído un artículo sobre un nuevo y fascinante tipo de teclado.
[ejemplo de mi mano para que os hagais a la idea]
El teclado en blanco (sin letras ni símbolos pintados).
Y diréis “pues no servirá para nada”. Bueno ahí empieza si defecto de la credulidad tecnológica, siempre me lo creo casi todo (y a veces me las dan con queso). El artículo asegura que aunque teclear con ese teclado en blanco no es más rápido el porcentaje de eficacia sí lo es. Por lo tanto al equivocarte menos quiere decir que en media las palabras te cuestan menos pulsaciones que escribir, por lo que al final escribes las mismas palabras en menos tiempo (aunque cuenten menos pulsaciones por minuto).
Si, además, hubiera un modelo ergonómico me ya lo habría encargado!!!!
El Otro
