Es increible lo que pueden hacer unos días fuera de casa.
Una de las pocas cosas que tienen de interesantes los viajes de trabajo (porque en general no te dejan tiempo para hacer turismo) son los desayunos de hotel. Un hotel puedes clasificarlo por las estrellas, lo nuevo que está, lo glamuroso o lo bien que está situado pero el test del zumo de naranja es uno de los más efectivos. Es un test que dice que el hotel es tan bueno como su zumo de naranja (desde el Tang hasta el zumo exprimido en el acto para tí). Este test se ve sólo corregido por el resto del buffet de desayuno.
Bueno, en mis múltiples viajes al culo del mundo en UK he visto hoteles que entran en todas las categorías pero hasta esta semana no he sido totalmente consciente de que el desyuno de hotel no es más que una pildora dorada para evitar que nos acordemos de casa. Y lo he descubierto volviendo al desayuno más simple, el que hacía de pequeño los fines de semana en casa:
"Tostadas de pan (normal o de molde) con margarina y mojadas en café con leche"
los recuerdos que me ha traido este desayuno superan los límites de la calidad del hotel y es una de las pocas cosas que me he dado cuenta que hacen más leve los viajes.
¡Viva la dieta mediterranea y la margarina tulipan!
Una de las pocas cosas que tienen de interesantes los viajes de trabajo (porque en general no te dejan tiempo para hacer turismo) son los desayunos de hotel. Un hotel puedes clasificarlo por las estrellas, lo nuevo que está, lo glamuroso o lo bien que está situado pero el test del zumo de naranja es uno de los más efectivos. Es un test que dice que el hotel es tan bueno como su zumo de naranja (desde el Tang hasta el zumo exprimido en el acto para tí). Este test se ve sólo corregido por el resto del buffet de desayuno.
Bueno, en mis múltiples viajes al culo del mundo en UK he visto hoteles que entran en todas las categorías pero hasta esta semana no he sido totalmente consciente de que el desyuno de hotel no es más que una pildora dorada para evitar que nos acordemos de casa. Y lo he descubierto volviendo al desayuno más simple, el que hacía de pequeño los fines de semana en casa:
"Tostadas de pan (normal o de molde) con margarina y mojadas en café con leche"
los recuerdos que me ha traido este desayuno superan los límites de la calidad del hotel y es una de las pocas cosas que me he dado cuenta que hacen más leve los viajes.
¡Viva la dieta mediterranea y la margarina tulipan!
El Otro
3 comentarios:
xDD Tienes toda la razón! Te digo yo que la estancia en un hotel o similar más memorable que he tenido yo fue hace casi un año en una casa rural del País Vasco, de esas perdidas en el monte. Las habitaciones estaban bien, aunque no eran nada del otro mundo, pero el desayuno... Leche recién ordeñada, pan y bollos recién horneados, con mantequilla, miel y mermelada caseras... Comimos hasta reventar, y todo estaba delicioso. Volvería sólo por el desayuno! ;9
Ah! Y zumo de naranja recién exprimido, por supuesto!
Pues mi muhé y yo intentamos siempre desayunar bien los findes: zumo de naranja recién exprimido, sandwiches de jamón y queso/tosta de aceite y sal, chocolate con churros/porras ... no todo a la vez claro! ;)
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