martes, junio 21, 2011

Para alguien que, probablemente, no leerá

Dime, niña,
¿qué penas pueblan tu alma?
Para que yo las barra.
Y ya no entren en riña
con tu corazón en calma

El Otro

1 comentario:

5181553 dijo...

La escritura siempre encuentra a su lector (lectora), sólo que no coinciden ni en el tiempo ni en el espacio con quien lo escribe. Eso es lo más terrible y hermoso que tiene.