domingo, abril 29, 2007

Bond, James Bond

El ser humano es extraño en si mismo y una de las cosas que le hacen peculiar son sus fantasías. Casi todo el mundo (por si alguno quiere auto-excluirse) ha fantaseado con hacer cosas que no puede hacer (sexuales o no), tener poderes, o parecerse a algo o alguien. Esa debe ser una de las razones básicas de las fiestas de disfraces (esa y la posibildad de verse involucrado en una bacanal en la que uno no es reconocido).

Hacer unas semanas fui invitado a la fiesta de disfraces de Azena y como acababa de llegar de Egipto (vacaciones esta vez, no trabajo) no tenía muy claro de que ir. Mi primera ide fue de Indiana Jones disfraz a medio preparar que ya tenía, pero me faltaba el látigo y ya había sido visto con algo parecido (aquí), así que me dije ¿que mejor opción tengo que pueda resolver durante un sábado que alquilarme un esmoking, comprarme una pistola de imitación e ir de Bond, James Bond? pues ninguna, aunque dice la leyenda que hay fotos de la fiesta yo tengo esta de justo antes.


Removido, no agitado.

Otro, El Otro.

4 comentarios:

Azena dijo...

¡¡¡¿¿¿de verdad alquilaste el esmóquin???!!!

te admiro, en serio

;-)

Juan dijo...

Efectivamente lo alquilé, de urgencia. La ocasión lo merecía.

A mediodía del sábado llamé a una sastrería que alquilaban esmóquins les dije que necesitaba uno de urgencia, fui a verles, me tomaron medidas, me lo arreglaron de extrema urgencia. Mientras lo hacían compré la pistola y volví rapidamente. Luego me fui al cine con unos amigos, a cenar y vestirme y salir corriendo al fiestón.

El Otro

Lyd dijo...

Jajajaja!! Eso sí que es currarse un disfraz. Te quedó genial, la verdad, aunque era tan realista que a no ser que sacaras la pistola no se sabía si ibas disfrazado de algo...

Juan dijo...

Lyd, de verdad creo que la ocasión lo merecía y bueno si impresioné a alguna chica seguro que fue una buena inversión jeje ;). Ahora en serio, ahora que tengo una línea aceptable (preguntale a Tene como era antes) disfruto más con la ropa (sea sencilla, extravagante, elgeante o lo que sea).

El Otro