lunes, febrero 25, 2008

Prueba de esfuerzo, Marathon Man 9

A una semana de la maratón en Barcelona pensé que era mi última oportunidad de hacer una prueba de esfuerzo seria, para luego tener varios días para recuperar.
Por una parte estaba un tanto perplejo porque el monitor del gimnasio me dijo que no debía correr la media maratón de ayer en Latina. Luego me dijo que tenía que acumular kilómetros, mínimo 15-20km los domingos, lo cual era contradictorio.
Finalmente decidí que ayer tenía que hacer un buen ezfuerdo y a ello me puse.

Domingo 24/02/2008
Lugar: Carabanchel, Atocha, Retiro, Plaza España, Paseo Extremadura
Distancia: 29.350Km
Tiempo: 3h33m16s
Análisis: Como prueba de esfuerzo tenía que correr más lejos de lo que nunca había corrido antes. La noche del sábado planifiqué una ruta circular saliendo de casa, salían algo menos de 30Km que luego mediría con mayor precisión (y gracias a Google Earth) al acabar el entrenamiento y viendo la ruta real seguida. Salí a un ritmo algo más fuerte que el de 15 días antes de trote cochinero. No quería eternizarme corriendo y además quería acercarme a un ritmo de carrera.
Empecé bien, cómodo y avancé los primeros kilómetros, llegados a Plaza Eliptica en 43m sabía que no iba rápido pero quedaba mucho camino, además esa parte había sido llano-bajada. Luego subí dirección a Atoca, esa parte era llano-subida, sin dificultades y me planté en 'El Brillante' con 1h13m, aún me veía fresco. Ataqué la Cuesta de Moyano (la de los libreros) y atravesé el Retiro por la Puerta del Ángel Caido. Esa parte fue dura porque la cuesta era bastante pronunciada, pero al salir del Retiro lo rodeé dirección a Cibeles, 1h43m en un llano cómodo.
Luego dirección a Callao por Gran Via, subidida no muy machacona y luego hasta Plaza de España, Cuesta de San Vicente, Paseo Virgen del Puerto todo bajada suave hasta el paseo de Extremadura. Quedaban unos 10Km y sabía que de esos los 7 primeros eran cuesta arriba, un esfuercito que cimenté con un poco de gel de azucares (el único avituallamiento que tomé). Pim pam pim pam se notaban las piernas un poco cansadas pero sin toparme con el muro. Los últimos kilómetros los hice sin mirar el reloj, llaneando hasta llegar a casa.
La llegada bien pero casi pidiendo la hora al arbitro, ducha, un poco de descanso y a comer.

Conclusión: Tras la prueba de esfuerzo sé que puedo correr la Maratón de Barcelona, sé que me va a costar y espero que el avituallamiento marque alguna diferencia. La marca de ayer me hace pensar en acabar en unas 5h con la ventaja de tener un recorrido casi llano (no como ayer).

Alea jacta est!

El Otro

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